La satisfacción de enseñar

Enseñar tiene algo especial. El hecho de trasmitir un concepto a otra persona tiene algo mágico. Ya sea a un hijo, un alumno o un amigo; mostrar, exponer y explicar algo tiene una connotación seria y profunda. Es como sembrar una semilla en su cerebro y observar como va germinando.

semillas

Y no todo el mundo sabe hacerlo, no todo el mundo vale para ello, pero la recompensa al hacerlo y  hacerlo bien puede ser enorme. El éxito de cualquier profesor, en cualquier disciplina, reposa en ver en sus alumnos una evolución, en comprobar que tu pasión ha calado en ellos … por estas razones, enseñar debe ser una responsabilidad tal y como comentaba en este otro artículo.

Enseñar de forma inteligente es ofrecer las herramientas adecuadas para que los alumnos puedan recorrer el camino a tu lado y la experiencia de enseñar<->aprender sea compartida. Pero uno nunca deja de ser alumno, nunca deja de aprender y de descubrir. Ser profesor exige mucho. Hay que estar en constante evolución, reciclarte en cursos, preparar las clases para que tengan una estructura ordenada y los conceptos estén conectados, tirar del grupo para que no se estanque ni caiga en la monotonía, crear un ambiente de clase adecuado. En resumen, mucho trabajo mas allá de la clase en si.

Pero, y aquí la razón de este pequeño artículo, cuando descubres que lo que estás enseñando llena y fascina tanto a tus alumnos como a ti mismo es cuando te das cuenta que todo ese esfuerzo por transmitir ha merecido la pena.

¿Cual es tu opinión? ¿Te llena tanto a ti como a tus alumnos tus enseñanzas?

 

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s