Hace ya unos meses se publicó la noticia de que en las olimpiadas de Tokio 2020 el KarateDo sería deporte olímpico. Esto es una buena noticia ya que ayudará a promocionar y dar más empuje a este bello arte marcial. Siendo positivos todo suma y este evento en 2020 permitirá que el karate llegue a conocerse por mucha mas gente.
Cada Dojo tiene su propia personalidad y practican o trabajan el arte de formas muy diversas, lo cual me lleva a un eterno debate que siempre ha estado presente : ¿practicas karate deportivo orientado exclusivamente a la competición o practicas un karate mas tradicional dejando por completo de lado la competición?
Todo lo que escribo en este blog es mi opinión, simple y llanamente, pero siempre desde el respeto de otras contrarias a la mía y sin intención de ofender a nadie. Por tanto, como he dicho en otras ocasiones no pretendo sentar cátedra, solo expresar una opinión, que además estaré encantado de debatir, así que allá vamos.

De entrada, tengo que decir que desde mi punto de vista la competición o un karate puramente deportivo y la práctica exclusiva del arte marcial sin competir no han de ser incompatibles. Mas bien creo que es una cuestión de timming y ahora intentaré explicarme.
Competir tiene muchas cosas y además muy buenas. Te marca unos objetivos muy claros y concretos, cosa que cuando practicas exclusivamente karate buscando mejorar tu nivel en el arte marcial es mas subjetivo y difícil de definir. Cuando menciono «competición», no me refiero exclusivamente a World Karate Federation (WKF), otras líneas u organizaciones también fomentan y desarrollan la competición, como puede ser Shotokan Karate-Do International Federacion (SKIF) o nuestra propia linea de trabajo Japan Karate Association (JKA).
Además, preparar y presentarte a una competición te obliga a trabajar al mas alto nivel, es un reto en toda regla y tienes que demostrar ante otros (competidores, jueces, árbitros, público) de que pasta estas hecho. Pasar por todo este tipo de vivencias te curte como karateka y te lleva al límite, donde quiera que lo tenga cada uno. Mediante la competición desarrollas el coraje de, digámoslo así, «ponerte solo ante el peligro». Y esto aplica tanto si es una competición juvenil, senior, entre clubs, autonómica, nacional o internacional.
Por otro lado está la práctica del arte marcial sin preparar competiciones. Esta parte también tiene cosas muy interesantes, y en mi opinión más profundas, ya que tratas de desarrollar y entender la esencia del arte marcial, los valores que defiende o el conocimiento y uso de tu cuerpo a la hora de practicar karate. Es cierto que como decía antes, pueden ser objetivos mas difíciles de definir, pero a medida que analizas, investigas y profundizas vas viendo mas cosas y con mayor claridad.
No preparar competiciones o no practicar un karate puramente deportivo, no significa que no trabajes kihon, kata y kumite en tu Dojo y mucho menos aún, que no lo hagas con pasión. Tu actitud debe ser la misma tanto si estas preparando una competición como si estás desarrollando un concepto cualquiera mediante el kihon. Puede ser un trabajo menos físico quizás pero conceptualmente mucho mas complejo.
Por tanto, la competición exige más, mucho más a nivel físico, lo que quiere decir que hay un periodo y una edad para ella. No se rinde lo mismo con 20 años que con 40. ¿Significa esto que a partir cierta edad, en la que ya no estás al nivel físico de competición, debes dejar el Karate Do? Obviamente ¡NO!, el karate es para toda la vida, ¿verdad?. Aquí es donde se abre un nuevo camino, orientado más a la esencia del arte marcial, investigando, descubriendo el uso de todo tu cuerpo o apoyándote en otras disciplinas como por ejemplo AokiBioenergia.
Si eras competidor cumplir años no significa el final de camino, sino un cambio, o mejor dicho, una evolución. Lo que trabajaste mientras competías no es en vano, tienes todas esas cosas positivas que he mencionado antes, pero si ya no tienes las facultades de los jóvenes y quieres seguir practicando y evolucionando en el karate hay que replantearse los objetivos.
Por esa razón es por la que mencionaba en el título de la entrada que no deben ser incompatibles, sino todo lo contrario, es decir, complementarios.