Si cualquiera de nosotros, practicantes de Karate Do o de cualquier otro arte marcial, nos preguntasen o nos preguntásemos, ¿qué es preferible a la hora de practicar, cantidad o calidad? estoy bastante convencido de que el 99% contestaríamos sin dudarlo: CALIDAD.
De una forma inconsciente todos o la mayoría tenemos interiorizado que la calidad prima sobre la cantidad. Ante esta pregunta simple y sencilla de responder todos contestaremos que la calidad es la clave para mejorar, pero una cosa es contestar la pregunta y otra muy distinta practicar con el ejemplo.
Si observamos la forma en la que entrenamos a diario quizás nos demos cuenta de que no estamos buscando esa calidad tan firmemente como a priori pueda parecernos o como reflejaba nuestra respuesta verbal.