Si echamos la vista atrás por un momento y nos proyectamos en nuestra infancia pasada, estoy seguro de que todos coincidiremos en un aspecto. De crío teníamos mucha vitalidad, estábamos todo el día moviéndonos, saltando, jugando, haciendo cosas, etc. Y muy probablemente nuestros padres detrás gritando «!estate quieto ya!».
Luego nos hicimos mayores, unos mas y otros menos, pero todos de alguna forma maduramos, crecimos y con ello, por arte de magia, parece que aquella vitalidad de los 10 años se esfumó.
¿Qué pasó? ¿desapareció? ¿nos la robaron? ¿se cayo en el camino de la madurez? …
Seguro que muchos de nosotros pensaremos que las responsabilidades del adulto nos están lastrando y te roban la energía. Quizás pudiera decirse que con la edad nos hemos «atrofiado». Yo mismo pensaba eso hace hace ya un tiempo.
Bueno, pues en mi experiencia y como siempre bajo mi humilde opinión, no nos hemos atrofiado y ni mucho menos, el problema de esa pérdida de vitalidad no está en la edad, mas bien está en nuestra cabeza.
Nos volvemos más vagos, más gandules, más perezosos y eso nos lleva a un círculo vicioso en el que intentar moverse se vea como una pared vertical imposible de escalar. Decíamos en su día que si dejas de moverte te mueres, y es algo que recupero y va de la mano con lo que escribo hoy aquí.
Si quieres recuperar la vitalidad que tenías, porque no ha desaparecido, simplemente la tienes dormida en tu interior, tan solo tienes que moverte y para ello no hace falta hacer maratones, puedes optar por practicar Aoki Bioenergia y entrenar de una forma más inteligente descubriendo todo tu cuerpo. A mi me funciona y no soy un caso aislado.
Da igual la edad que tengas, tan solo es adaptar de forma inteligente el entrenamiento, todos podemos mejorar y redescubrir la vitalidad perdida. Pongamos dos ejemplos un poco extremos, un niño de 10 años y un jubilado de 60. Es evidente que el jóven estará mucho mas ágil que el adulto, pero los dos están vivos, ¿no? Y si están vivos es porque tienen vitalidad, ¿no? Entonces ¿por que no van a experimentar los dos la misma sensación de gozo y disfrute al moverse, al entrenar, al practicar por ejemplo Aoki Bioenergia?
En ambos casos están moviendo los mismos músculos, huesos y tendones, en ambos casos la sangre fluirá por su cuerpo, en ambos casos el oxigeno llegará a sus células … Con esto quiero decir, y lo repito alto y claro, que la edad no es el impedimento para sentirse vivo.
Tu mismo puedes hacer la prueba y comprobar en tus carnes que el limitante lo pone tu cerebro no tu cuerpo. Estaremos todos de acuerdo que 30 minutos no es mucho tiempo, ¿verdad? Si no es mucho tiempo, prueba a dedicarte (de forma regular y exclusivamente a ti), 30 minutos al día 3, 4 o 5 veces por semana y los utilizas en mover tu cuerpo, en entrenar … y esto lo haces sin pausa durante 2 meses, al cabo de ese tiempo obsérvate y tu mismo comprobarás la diferencia.
Cuanto mas te muevas mas vitalidad tendrás, ¡es un hecho!. Ahora que estamos finalizando el verano y entramos en el último periodo del año es un momento ideal para iniciar o retomar una actividad. Yo te propongo que pruebes a practicar Aoki Bioenergia para que tu mismo puedas comprobar que sigues vivo.