Ya ni se las veces que he podido repetir, tanto en este blog como en mis clases que el cuerpo es una máquina fantástica. Cuanto más descubro más me fascino y me sigue pareciendo algo increible lo complejo y maravilloso que somos.
Llevo ya unas semanas, apoyado tanto por las clases con mis alumnos como por nuestros propios entrenamientos, pensado en el concepto de regulación o autorregulación y hoy es el día que quiero describir mi opinión y percepción del asunto.
Parto de la premisa de que el cuerpo tiene la capacidad de regularse, y no me refiero solo a un tema médico-biológico como puede ser recuperarse de un resfriado, ya que no es ni mucho menos mi campo y no quiero meter la pata. Simplemente parto de algo mucho más físico y sencillo, y como ejemplo pensemos en que «si tocas algo caliente quitas la mano, ¿no?»