¿Cómo podrías enseñar el idioma japonés a un español sin que tu sepas hablar español? un poco complejo, ¿no crees? Seguramente tratarías de usar señas, símbolos, relaciones … pero todo ello sin usar palabras … y es evidente que el trabajo de enseñanza se haría un poco mas tedioso y complejo, no imposible pero sí mucho más difícil.
Cuando realizas una actividad, esta se desarrolla en un entorno, en un contexto y debes adaptarte a ello. Puede haber cierta flexibilidad pero no es infinita. Si ahora trasladamos ese hecho a la enseñanza, hay que tener presente que eso que quieres enseñar se realiza también en un contexto al que necesariamente debemos adaptarnos, nos guste o no. Es decir, el alumno tiene una capacidad concreta de absorber tus enseñanzas, no es infinita.
Y aquí es donde muchas veces emerge uno de los mayores obstáculos a la hora de aprender algo y por supuesto también el momento de transmitir o instruir en algo. Si enseñas, lo que quiera que sea, debes asegurarte de que quien recibe dicha enseñanza te está entendiendo, te comprende. Debe haber un diálogo entre ambas partes y nunca ser un monólogo. Pero ¡¡¡cuidado!!! en el caso de un arte marcial, una cosa es comprender el concepto explicado y otra muy distinta y mucho mas alejada, es ser capaz de ejecutar de forma correcta ese concepto … y en este punto tenemos que volver a ser muy pacientes.
Vamos a ponernos en situación. Eres instructor de Karate o de Aoki Bioenergía, por poner ejemplos cercanos a este blog. Tienes la ilusión de compartir tus conocimientos y habilidades, ya sean mejores o peores, con tu entorno, con tus alumnos, con el mundo que te es mas cercano. Como eres joven e impulsivo, lo quieres trasnmitir todo de golpe, no quieres «dejarte nada en el tintero».
Deseas traspasar todo tu conocimiento de una tacada, porque de esa forma crees que a esas personas que te escuchan, que quieren aprender y que son tus alumnos, el camino se les hará mas sencillo si tienen toda la información ya mismo. ¡Craso error! y no podía ser de otra forma, yo también soy culpable . El camino nunca se hace de una tacada, en un solo paso, de un solo salto … ni para el que aprende, ni mucho menos para el que enseña. Todo tiene un proceso de maduración que hay que respetar … quizás por eso hay grados, ¿no?
Cómo habrás leído en la introducción, debemos adaptarnos a los alumnos que están escuchando, que quieren absorber ese conocimiento y desarrollar esa habilidad. Ellos, tus alumnos, quieren aprender y hacerlo rápido, pero para lograrlo con éxito necesitan herramientas que sepan puedan manejar. A esto hay que sumarle que cada ecosistema de enseñanza tiene particularidades diferentes y por tanto hay unas necesites concretas. No es lo mismo un grupo de niños menores de 10 años, que unos adolescentes, que un grupo de adultos, etc.
En una clase cualquiera, en cualquier clase, durante todo tu procedimiento de enseñanza, nunca debe tratarse de dar un discurso o una lección magistral, sino de crear una comunicación. Bajo mi punto de vista, nuestro objetivo como instructores no debería ser enseñar en sí, porque es una definición muy poco objetiva. Creo que sería mas acertado tratar de lograr que quien recibe la enseñanza pueda digerir el concepto explicado y hacerlo suyo. En mi opinión de esa forma podrás llevarlo a la ejecución practica con mayor garantía de éxito. Señalar en este punto que, de esta idea o concepto, no escapamos ninguno como alumnos, todos somos aprendices para toda la vida y siempre hay algo que trabajar, aprender, digerir e interiorizar.
Para el alumno, su maestro es su referencia en la que fijarse, su luz en el camino para avanzar. Y si tenemos el privilegio de enseñar, debemos ser muy claros y nítidos en lo que contamos, explicamos y desarrollamos. Es nuestra responsabilidad como instructores, ser el vehículo del alumno para progresar y del mismo modo, como alumnos que también somos, es nuestra obligación estar implicado en el proceso, tanto de enseñanza como de aprendizaje.
No soy fiel creyente de las verdades absolutas, siempre he pensado que entre el blanco y el negro hay infinitas escalas de grises, por tanto un concepto, el que quieras, puede explicarse de diversas formas, con distintos ejemplos y desde perspectivas muy dispares. ¿Significa esto que una explicación es correcta y la otra no? Bajo mi punto de vista, ¡en absoluto, si y solo si, ambas tiene sentido!. Esa es parte de la magia de la interpretación que hace la mente humana y su razonamiento subjetivo.
Por tanto, y como siempre es solo mi opinión, nada está escrito en piedra, todo es mejorable y obviamente, el que mas aprende es el que enseña.
Gracias. ¡Oss!