Relajación, un engranaje perfectamente alineado

En el fondo, todos nosotros como seres humanos y en nuestra esencia somos tremendamente vulnerables. Estamos sujetos a todo tipo de estímulos y lo que es peor tenemos una tendencia bastante arraigada a reaccionar ante ellos de una forma exagerada. Pero es que lo peor es que la gran mayoría de las veces dicho estímulo no viene de fuera sino que viene de dentro.

Me explico, tenemos una mente que es fantástica, tiene un potencial enorme y puede hacer tantas cosas y todas ellas tan complejas que en infinidad de ocasiones «se pasa de frenada». Pensamos demasiado, analizamos en exceso y a mas personas de las que debería esa situación los acabada despedazando.

De sobra sabemos todos que la vida en si misma a parte de ser algo maravilloso, también puede ser algo muy duro … pero lo cierto es que estamos aquí dentro, en el partido y no solo hay que jugar, sin que hay que salir a ganar. Solo con cambiar las palabras que nuestra cabeza nos repite a nosotros mismos una y otra vez, el enfoque ante cualquier situación puede girar de forma radial. Una vida agitada o una vida estresante podemos girarlo hacia una vida desafiante. Como podría decirse en el entorno de la anatomía y al salud, podemos pasar del modo catabolismo o anabolismo, de destruir tejido a construirlo.

Ahora llega la pregunta clave, ¿como logro relajarme y que herramientas tengo para ello? porque podríamos encontrar infinidad de ejemplos en los que la frase/excusa seria «no soy capaz de hacerlo» «me llevan los demonios en cuanto …»

Quizás lo primero que deberíamos ir repitiéndonos con frecuencia, como si de un mantra se tratase, es que «todo es relativo». El hecho, el objeto de análisis, la secuencia y/o el momento vivido no cambia en absoluto en función de tu reacción, y ¡mucho ojo con esto!. Si ocurre algo, por muy dramático que sea, ¡lo que ha sido es y nada puede cambiarlo! Es nuestra reacción ante el evento en cuestión lo que marca la diferencia. Como dirían los estoicos, debes preocuparte solo de lo que puedes controlar y el resto solo tienes que aceptarlo.

Ahí está la clave de todo, en la palabra aceptar, en no remover el pasado pensando como hubiese sido, porque no es mas que una pérdida de tiempo. En no proyectarte al futuro en base a tus deseos, porque donde estás, en lugar en el que debes aprender a relajarte y a relativizar, es aquí y ahora.

Y esto si que es importante, lograr estar presente en lo que estas haciendo en cada momento nos lleva a entrar en un estado de flujo, esa situación en la que las horas parecen minutos, el tiempo pasa rápido y tu avance y productividad se dispara. Es un estado en el que estás en un proceso de anabolismo profundo en relación a tus habilidades. Podemos darnos cuenta de que esto aplica a todas las áreas de la vida y tanto si eres karateka como si no, puedes aplicarlo en tu vida, en tu Dojo, en tu casa, en tu trabajo, en tus relaciones etc … ¡en todo!

Como dice el título de la entrada, esa relajación, ese fluir contigo mismo es un engranaje perfectamente engrasado y cuyo rendimiento es alto, muy alto. Y claro, dejamos lo mejor para el final, porque es evidente que en tu Dojo es donde debes aplicar una concentración máximo y estar al 100%, ¿verdad?

Para los que sois Karatekas o Artistas marciales de cualquier disciplina, poneros en situación, visualizaros … Estas en un Dojo, comienza en entrenamiento dirigido por tu maestro. Debes estar totalmente centrado, atento, sin perder detalle porque en el arte todo puede ir muy rápido y siento un artista marcial debes estar preparado para pasar a la acción de inmediato, ante un ejemplo, una explicación, una demostración y/o una enseñanza personalizada. Como un niño que presta todo su atención ante un evento que le fascina e interesa, no hay espacio para el despiste, para pensar en que haces ayer o que harás después … estas en el flujo y lo estas disfrutanto.

Y si eres tu el que está dirigiendo dicha enseñanza, o bien dentro de tus clases en tu Dojo o en un entrenamiento conjunto entre compañeros, la importancia de lo antes descrito sigue siendo la clave. En este caso además de buscar y lograr una comunicación con esos practicantes que están a la espera de recibir tus enseñanzas, debes ser capaz de adaptarte dinámicamente al entorno, a sus respuestas y reacciones y lograr transmitir con la mayor calidad posible … porque en el fondo del asunto, ellos quieren aprender de ti.

En todos estos ejemplos, la edad y el grado poco o nada tienen que ver … todo el mundo puede y debe buscar ese proceso de relajación y concentración máximo para que de esa forma, en conjunto y como por arte de magia evolucionemos todos y el nivel del grupo aumente.

Llegado a este punto, lazo una pregunta; tanto dentro o fuera del Dojo, como en un ambiente marcial o de otra índole, ¿has experimentado en alguna ocasión esa sensación del «estado de flujo»?

Me encantaría conocer tu experiencia.

¡Oss!

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