Equilibrio, el retorno a la media

Es tan difícil tener los pies en el suelo, ser consciente de lo que tienes, lo que sabes, lo que puedes, lo que haces, lo que dices, lo que ves, lo que entiendes, lo que deseas, etc. A lo largo de los últimos artículos hemos ido desglosando una serie de cualidades psicológicas que, gracias una práctica sobre el Arte Marcial y en el contexto generado en un Dojo, pueden ser ampliamente desarrolladas.

En el proceso de crecimiento personal y de desarrollo como artista marcial habrá y se repetirán una o otra vez todo tipo de altibajos. Ningún proceso de aprendizaje es perfectamente lineal y constante, mas bien cualquier desarrollo se produce a palmos o en forma de escalones. Dicho de otra forma, permaneces un tiempo en una meseta en la que parece que no avanzas, en la que deberás mantenerte firme y trabajando hasta que transcurrido cierto tiempo, hayas madurado esa nueva habilidad. A partir de ahí podrás saltar al siguiente nivel. Bajo este enfoque, algo similar ocurre con los grados.


Este esquema de aprendizaje nos puede hacer pensar que te estancas y/o bloqueas, pero en su esencia se trata solo de un retorno la media. Al principio y con la novedad de un nuevo concepto, un nuevo Kata en el ejemplo de un niño que aprende Karate, todo parece avanzar rápido, pero el proceso de interiorizar y absorber la esencia de ese Kata requerirá de tiempo y esfuerzo … Y ese requisito es el que muchas veces nos lleva al agotamiento y la frustración.

Si relacionamos esto con entradas anteriores, para poder estar relajado y mantener el foco sobre tu trabajo y avance tienes que estar equilibrado, debes conocer las reglas del juego y como es el proceso de formación y aprendizaje. Nada es gratis, todo tiene un precio, pero salvo raras excepciones el esfuerzo precede a una recompensa mucho mayor.

¿Que quiere decirnos todo esto y cómo aplica? Nada es absoluto y debemos ir moviéndonos en una infinita escala de grises, porque la sensación de euforia al inicio de un aprendizaje es igual de ilusoria y subreal que la sensación de frustración cuando crees no avanzar. Saber moverte con soltura y firmeza en esa cuerda floja, saber mantener el equilibrio en ese contexto no solo es necesario, es una pieza clave. A ello se suma que debes tener confianza en ti mismo y disciplina para seguir adelante.

Piensa por un momento en un competidor de alto nivel, todo un profesional del Karate Do que por mas que se prepara para cada competición el resultado siempre es el mismo evento tras evento … no logra ganar, no consigue superar sus expectativas … esa capacidad de perseverar ante la adversidad es lo que le permitirá lograr dos cosas mucho mas valiosos que cualquier trofeo:

    • Por un lado, su satisfacción personal, su calma mental y su convencimiento de que está haciendo todo lo posible, de que su actitud es la adecuada ante el desafío en cuestión
    • Por otro,  transcender el hecho de que la ruta hacia tus objetivos es dinámica y puede ser muy diversa. Quizás nunca llegues a ganar, pero en el proceso de intentarlo habrás logrado descubrir y obtener otro tipo de «trofeos»

No todo es ganar, conseguir tu objetivo en ese momento no es ni mucho menos lo mas importante,  solo es un hito, un paso mas en un camino infinito. Tener el suficiente equilibrio mental para vivir este concepto con intensidad dentro de ti es mucho mas valioso que cualquier reconocimiento.

Si en un Dojo hay un número determinado de karatekas, todos ellos tienes sus objetivos, sus expectativas, hitos personales … y serán diferentes entre si porque son distintas personas, con edades y niveles muy dispares entre sí. Pero hay una cosa común a todos ellos, y es la cultura del esfuerzo. Es saber con certeza que por mucho que ya hayas hecho en el pasado debes seguir adelante. Tu camino en el Do es personal, infinito e indefinido, solo debes dejarte llevar por el arte y seguir adelante.

Por cerrar un poco el circulo no quiero terminar este escrito sin reflejar que ese equilibrio mental que te permita avanzar en tu hoja de ruta de forma dinámica y constante, aplica a todos los ámbitos. Cualquier emprendedor habrá vivido en sus propias carnes esa esencia, pero me aventuro a decir que es algo a enseñar e ilustrar a los mas jóvenes desde la escuela … y es la responsabilidad que nos toca a todos nosotros como Instructores de Karate en nuestro Dojo.

Oss!

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