Vestir tu pasión

El 14 de octubre de 2015 arrancaba este proyecto, algo totalmente nuevo para mi y conocido al mismo tiempo porque se nutría de una de mis pasiones. Ha pasado algo de tiempo desde entonces y de una forma u otra todos hemos evolucionado, pero hay un aspecto que sigue intacto desde el principio … pasión por el arte marcial.

En aquella fecha se publicaba el primer artículo de este blog, donde de una forma u otra siempre he intentado «pensar en voz alta» para que todos pero principalmente yo mismo, podamos reflexionar sobre la mejor forma de evolucionar. En su misma esencia se trata de no quedarse nunca quieto.

De forma paralela a la web y el blog, que quizás sea la parte mas digital o escaparate al público en general, también arrancaron las clases. Se constituyó de alguna manera lo que seria y es el Dojo y también la oferta de clases o servicios. Todo ha girado desde su inicio en torno al Karate Do JKA y Aoki Bioernergía & Karate School. Ese ha sido, es y será el camino a seguir.

Lo que quiero describir en estas líneas es parte de mi vivencia durante todo este tiempo, que he aprendido en primera instancia, que me ha movido a iniciar el proyecto y continuar adelante día a día, mes tras mes, un curso detrás de otro … en cierto modo, es un pequeño balance no estadístico o económico sino emocional, sobre todo lo que he descubierto y aprendido en dicho camino y claro está, sobre todo lo que puede estar por llegar.

Empezábamos de forma tímida, muy comedida y sobre todo basando el foco de enseñanza en el Karate Do, que dicho sea de paso era mi zona de confort. Pero con el arrojo, valentía y quizás algo de descarto para afrontar la enseñanza de Aoki Bioenergía. Esto puede parecer algo menor, pero recuerdo con mucha claridad esa primera clase de Aoki Bioenergía en la que tuve que preparar un guión detallado para no dejar nada abierto a la improvisación y ser presa de los nervios.

La energía y la ilusión movían el engranaje y de una forma mágica todo salió adelante, el motor se movía y cada vez había mas comodidad en la preparación y ejecución de dichas clases. Nunca ha tratado de ser un proyecto masivo porque en cierto modo era mi capricho, mi ilusión. Siempre he sido un firme defensor de idea sobre la cual el que enseña es el que mas aprende, y bajo ese paradigma se afrontaba cada clase, tratando de buscar no solo la enseñanza sino mi propio aprendizaje. Esa esencia siempre ha estado presente desde el principio hasta hoy mismo.

De forma paralela también estaban las clases de Karate Do, que era un terreno algo mas  familiar y sobre el que la comodidad inicial permitió buscar e investigar sobre el nexo de unión entre Aoki Bioenergía y Karate Do. De alguna forma todo puede estar conectado y seriamos muy obtusos si no aprovechásemos el planteamiento de relación que el Maestro Aoki nos ha inculcado. Dicha referencia y guía ha sido y es la clave.

En todo este viaje me han acompañado infinidad de personas y de todas ellas siempre he aprendido algo. Pero especialmente me sigue mi hija, que desde una niña hasta la actualidad como adulta colabora activamente en la travesía de este pequeño velero. Pensad por un instante en las implicaciones que tiene esta última frase, vivir algo así puede ser mágico. Lo que nació como un posible experimento se han mantenido en el tiempo y certifica una vez mas la maravillosa frase «La vida es para los valientes».

Los alumnos que se iniciaron en las clases, muchos de ellos aún en activo pero también los que por una razón u otra lo dejaron, son todos dignos de mención. En cierto modo y muy vinculado con lo antes expuesto, sin ellos no podríamos enseñar y por tanto tampoco nosotros podríamos aprender. Todo es un círculo infinito.

Lo que intento transmitir desde este escrito, y no estoy seguro de lograrlo, es que todos los ingredientes antes descritos son importantes y mucho, aunque todos por igual. Pero hay uno extraordinario que lo impregna todo y sin el cual esta idea, proyecto, aventura o como quieras denominarlo no hubiese madurado ni perdurado … hablo de pasión, de vivir con intensidad dentro de tus tripas lo que haces, de dedicar tiempo y esfuerzo cada día esa idea y aún no sabiendo como será el camino seguir andando por la senda.

De cada experiencia de vida se puede y debe aprender, sea del color que sea, dulce o amarga … lo importante es, de alguna forma, vestir tu pasión.

¡Feliz navidad!